Mistborn: The Deckbuilding Game

El Cosmere de Brandon Sanderson salta de los libros a las mesas con Mistborn: The Deckbuilding Game. Este título nos pone en la piel de los protagonistas de El imperio final (el primer volumen de la saga) y nos permite jugar tanto en modo cooperativo, para hacer frente al Lord Legislador, como en competitivo, los unos contra los otros.

Diseñado por John D. Clair (Ready Set Bet, Space Base) e ilustrado por David Álvarez Astruga, Valeria Casale y Logan Feliciano, en Mistborn: The Deckbuilding Game, poco a poco iremos mejorando nuestro mazo personal de cartas adquiriendo nuevas y poderosas cartas de un mercado central. En nuestro turno, quemaremos distintos metales para activar los poderes de las cartas y conseguir múltiples efectos, como infligir daño o avanzar en marcadores de misión.

Como es habitual en los juegos que tienen una mecánica de construcción de mazos (o deckbuilding, en inglés) empezamos la partida con una baraja inicial sencilla. Esta primera baraja incluye cartas de dinero, que nos servirán para comprar en el mercado, y metales con poderes básicos. En el mercado encontraremos cartas más poderosas y también aliados que nos ayudarán a alcanzar la victoria.

A medida que avanza la partida, nuestros personajes se hacen más fuertes y son capaces de quemar más metales y, por lo tanto, activar más cartas. En modo competitivo esto significa que turno tras turno avanzaremos más rápido a través de los tres marcadores de misión y que seremos capaces de infligir más daño a nuestros oponentes. En modo cooperativo, podremos enfrentarnos de modo más eficiente a la ira del Lord Legislador.

Mistborn: The Deckbuilding Game también se puede disfrutar en solitario, todo un reto solo al alcance de los jugadores más despiertos. Se trata de un título que no puede faltar en las estanterías de los amantes de la obra de Sanderson, ya que traslada la esencia de Mistborn a la experiencia de juego, con el sistema de quemar e inflamar metales. Sin embargo, independientemente de la temática, también gustará a los aficionados a los juegos de mesa y de cartas en general, por su versatilidad y por la gran variedad de cartas que se encuentran en el mazo. Un juegazo en todos los sentidos.